Miguel Ángel Fornerín
Julia de Burgos participó como activista en el Frente Unido Femenino pro-Convención Constituyente de Puerto Rico (1936), y en el Comité para la liberación de los presos políticos, asistió a algunas de las actividades de este último. Pero la política puertorriqueña de entonces podría parecer muy confusa desde fuera. Por un lado estaba, el Partido Socialista Obrero de Santiago Iglesias Pantín; por otro, la respuesta Nacionalista a la colonización, y el grupo de los independentistas con los que Julia de Burgos tenía amistad, como Vicente Géigel Polanco.
En el mundo obrero comenzaban a tomar espacio ciertos actores con la fundación de la CGT, en la que participaban su hermana, Consuelo Burgos, y su cuñado, Juan Sáez Corrales. Y el ascenso de Luis Muñoz Marín, cuyo partido ganó las elecciones legislativas en 1940. Julia de Burgos mantenía lazos de amistad con casi todos los actores en el escenario político. La veían como una joven promesa de la literatura puertorriqueña y de América.
Su manifiesto político fue el texto: “La mujer ante el dolor de la patria” en el que ella ya se coloca dentro del feminismo. No sin traer las contradicciones entre las ideas de Albizu y el feminismo sufragista. Lo que pone en tensión el voto como femenino como un logro de la derecha, mientras el centro está luchando por la independencia. Pero el feminismo de Julia de Burgos entonces está atrapado entre una política del sujeto y una política del poder en la que la independencia va por encima de todo. Y no se puede cuestionar el patriarcalismo en el PN.
Así que vemos la narrativa del Buró de inteligencia interna desde la metrópoli que no puede ver los matices en los que se encuentran los actores que aparecen en el primer informe: Juan Antonio Corretjer, Clemente Soto Vélez y Julia de Burgos. El segundo informe es ya más específico a la calificación de violación a la seguridad interna se le da el de sedición y el de Servicio selectivo. Está firmado por A. B. Novak.
El informe cubre el periodo de diciembre de 1943 a mayo de 1944, el foco se encuentra Juan Antonio Corretjer, Pedro Albizu Campos, Julia de Burgos y uno que será actor posteriormente: Oscar Collazos, quien habla en sus memorias de la división entre nacionalistas y socialistas ocurrida en 1945 (Torres Santiago, 2014). En los archivos hay menciones a muchos ciudadanos de Estados Unidos, de América Latina y hasta aparece mencionado don Federico de Onís, profesor español de Estudios Hispánicos de la UPR.
Los investigadores siguen al Partido Nacionalista, pero no ven que están frente al partido socialista puertorriqueño que se está constituyendo. El foco recae luego en el periódico Pueblos Hispanos (“semanario progresista” fundado en 1943). Piensan que este medio es del Partido Nacionalista. Cierto es que en ellos está el programa de la independencia de Puerto Rico, pero los socialista están separándose de los nacionalista y de su líder Pedro Albizu Campos.
Las primeras líneas del informe establecen las relaciones de este círculo socialista de Nueva York con los líderes obreros y socialistas americanos como Marcantonio y mexicano como Lombardo Toledano. También otros en la isla como Juan Sáez Corrales y Consuelo Lamb. Interesante que ya el término camarada aparece varias veces citado. Julia había conseguido un modesto sueldo como correctora y jefa de la sección de cultura de Pueblos Hispanos, era colaboradora, y realizaba algunas gestiones de apoyo al círculo socialista.
Su interés en el socialismo ya lo había manifestado en cartas a su hermana Consuelo Burgos cuando se encontraba en Cuba (1940), así como elogió la participación del Partido Socialista de Cuba en las elecciones. Conoció junto a Juan Isidro Jimenes a Juan Marinello. De quien dice el informe recibió una carta desde La Habana. El interés de unir a Julia de Burgos a actividades de este círculo se muestra en cosas nimias como el acompañamiento humanitario a un familiar del secretario de Lombardo Toledano.
En carta a su hermana, lo que cuentan los informantes Julia lo describe así: “Te extrañara que te escribo de este rincón del mundo (Baltimore, Maryland) que hace una semana era el sitio más remoto donde creía estar hoy. Vine en una misión especial del periódico y del otro grupo de Nueva York, que me encomendaron venir a acompañar a una joven mexicana enferma que se hospitalizaría en el famoso hospital Johns Hopkins. Era la esposa de Alejandro Carrillo, diputado mexicano, secretario de Vicente Lombardo Toledano. Todos ellos se encuentran en Philadelphia, en la Conferencia Internacional del Trabajo, precursora de la de Londres” (Julia de Burgos, Cartas a Consuelo, 175). El informe busca una conexión entre “Pueblos Hispanos” y el Partido Comunista de Estados Unidos. También sobre el contenido de los artículos que en ese periódico se publicaban, quiénes los distribuyen y quiénes lo reciben en el extranjero. Entre los que estaban Toledano en México y Sáez Corrales en Puerto Rico.
El periódico trató de abarcar una gran cantidad de actividades culturales y políticas de Nueva York e intentó Julia de Burgos dar en él una trayectoria de las artes y la cultura puertorriqueña, en el tiempo que fungió como jefa de la sección cultural.
Las publicaciones de Julia de Burgos fueron bien observadas y sus poemas contextualizados ideológicamente, sobre todo los dedicados a Pedro Albizu Campos. Julia impulsó la visibilidad de la cultura puertorriqueña e hizo entrevistas, como la que hizo a un dirigente haitiano y a Juan Bosch, que estuvo de paso en Nueva York.
En un informe de 30 de marzo de 1944, se dice que, para evitar confusión sobre el caso del Partido Nacionalista, es importante saber que Juan Antonio Corretjer, Clemente Soto Vélez y Consuelo Lamb ya no tienen ninguna conexión con el Partido Nacionalista. Hecho evidente porque, aunque Pueblos Hispanos hable de Albizu (en el primer número el título es significativo: “Albizu Campos: júbilo y duelo”, 1943), de alguna manera los socialistas, se despedía del líder nacionalista.
En el informe del 6 de julio de 1944, escrito por R. K. Mc Carthy como objeto de asuntos de seguridad, Julia de Burgo es el foco central, por “sus simpatías comunistas y socialista” los informantes toman como base las publicaciones periodísticas de Julia, poemas y ensayos para basar sus conjeturas. Poemas publicados en Pueblos Hispanos, son traducido al inglés por Sophia Yunk como “Countryside”, también “Una canción a Albizu Campos”, como “A song to Albizu Campos”, también “Cantos a Hispanoamérica y el mundo”, y el artículo “La función social de la cultura”. Estos textos se juntan al trazado de las ubicaciones de Julia en Nueva York, y los diversos nombres con los que puede presentarse. Ya estaba casada con Armando Marín y firmaba Julia Marín o Julia de Burgos Marín.
El 27 de febrero de 1944, con motivo de la Independencia de la República Dominicana y la celebración del Centenario de la fundación de la República, el exilio dominicano realizó un encuentro en Nueva York con la finalidad de unificar las fuerzas que luchaban contra Trujillo. La participación de Julia de Burgos en este acto es relevante, así como lo que se expone en el informe sobre esta actividad (continuará).